El Gran Alí

Con porte militar y la musculatura propia de los Boxer, color leonado y el pecho blanco. Así es el gran "Alí", quien suele entrar a la casa todas las tardes para compartir la cena junto con sus amos. Después de un rato de televisión, ellos se retiran a la planta alta de la casa y el duerme al pie de la escalera todas las noches. Esta rutina se repite día con día hasta que una mañana, sucede algo diferente.

Al bajar la escalera, sus amos encontraron al gran "Alí" sujetando entre sus manos, como si se tratara de un trofeo, un zapato ensangrentado, con visibles muestras de lucha.

Había también un camino de sangre que daba hasta una ventana de la cocina. La ventana había sido forzada en un intento por entrar a la casa sin contar qué dentro de ella encontrarían la fiereza del gran "Alí" que haría cualquier cosa por impedir su paso. Y así fue.

Ahora sabemos que existe un ladrón sin un zapatos y con la huella imborrale de la lealtad del gran "Alí".

Así es la lealtad incorruptible de los perros, que hacen cualquier cosa por proteger su territorio y la vida de sus amos.

*Foto representativa

"Una vida entre las patas"